Érase una vez dos niñas muy amigas llamadas Salí y luz.Un día salieron de compras. Sara se probó una camiseta y le pidió a su amiga Lucía su opinión. Lucía, sin dudarlos dos veces, le dijo que no le gustaba cómo le quedaba y le aconsejó buscar otro modelo.
Entonces Sara se sintió ofendida y se marchó llorando. Lucía se quedó muy triste y apenada por la reacción de su amiga. No entendía su enfado ya que ella sólo le había dicho la verdad.
Al llegar a casa, Sara le contó a su madre lo sucedido y su madre le hizo ver que su amiga sólo había sido sincera con ella y no tenía que molestarse por ello.
Desde entonces, las dos amigas entendieron que la verdadera amistad se basa en la sinceridad.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado,
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