Había una vez una niña llamada Liliana, que tenia un padre muy bueno, su padre todas las mañanas sacaba a Liliana a pasear, quien muy emocionada iba de la mano.
Pero un día el padre se enfermo y ella se puso muy triste, y enseguida preparo su remedio para que se recupere su padre, pues esto tomara días, así que ella se propuso limpiar, ordenar su casa, lo hacia todos los días.
Para Liliana era muy bonito mantener su casa limpia y ordenada, aunque su padre estaba enfermo ella trataba de que el. No se preocupase por la limpieza ya que ella lo tenía todo en orden.
Paso mucho tiempo para que su padre se recuperara, hasta que….
Un día salio el sol muy temprano, y de pronto se escuchaba pasos por el pasillo de la casa, y bajando la escalera.
¡OH! era el padre que ya se había recuperado y estaba muy asombrado por lo que su pequeña hija había hecho en la casa, pues estaba muy impecable, y con un aroma muy agradable.
Liliana se encontraba en la cocina haciendo el desayuno, el padre abrazo a Liliana con mucho amor y cariño diciéndole que era una niña muy buena y disciplinada. Liliana lo abrazo con alegría por su recuperación y le dijo que a partir de ahora le ayudara en la limpieza de la casa, porque a ella le gusta mucho limpiar y ordenar todo.
Su padre muy feliz salio a pasear con Liliana como lo hacia antes que se enfermara.
FIN
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