
Hubo una vez una princesa, que vivía rodeada por un lago peligroso, pues a la princesa le habrían hecho un conjuro y por eso no podía salir de aquel lugar.
Un día todos los hombres decidieron ayudarla, pero solo había una forma de ayudarla, y era caminar hacia el lado mas profundo del bosque, pero aquel bosque era muy peligroso, la princesa advirtió que era muy arriesgado, y no seria nada fácil, porque tendrían que llegar hasta encontrar la piedra encantada que rompería el hechizo.
Los hombres se mostraron bien fieles y valientes, porque a pesar de todo el peligro decidieron ir rumbo a la profundidad del bosque.
Aquellos hombres caminaron mucho, y por el camino iban desapareciendo cada uno de ellos, ya que cada vez era más peligroso al enfrentarse con horribles monstruos, serpientes, animales grandes y bestias, muchos de ellos se rindieron y se regresaron a mitad de camino.
Siguieron caminando, faltando poco para llegar a donde se encontraba la piedra encantada, pero había un hombres muy valiente y fuerte que se había enamorado de la princesa y quería ayudarla, este hombre vio que todos los habían abandonado menos uno ¿ porque no me abandonaste como los demás? Porque prometí ayudar a la princesa y estar contigo hasta el final, aquel se llamaba sombra y gracias a la lealtad de la sombra y el hombre, encontraron a la piedra encantada y rompieron el conjuro que le habían hecho a la princesa, así desapareció el lago peligroso y la princesita pudo salir muy feliz para siempre.
Fin
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